Sara Blakely nació en el estado de Florida en Estados Unidos en 1971, su sueño era ser abogada, sin embargo, debido a sus calificaciones en la admisión en la facultad de leyes, se vio obligada a pasar por diversos trabajo: en Disney World, como vendedora de puerta a puerta e incluso como comediante de stand up, sin embargo. ha logrado convertirse en una exitosa empresaria, y no solo eso, logró entrar en la lista anual de la revista Time en el 2012 como una de las personas más influyentes del mundo, además de ser considerada por Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo y todo gracias a Spanx, su compañía de pantalones y mallas.

El nacimiento de una idea

El uso de pantimedias como parte de su uniforme en su empleo de vendedora, le resultaba incómodo debido al clima de su ciudad y le desagradaba la estética de la costura en las puntas de las medias, pero notó que eliminaban las líneas de la ropa interior y mejoraba la forma del cuerpo femenino. Para asistir a un evento en 1998, Blakely tuvo la idea de usar esta prenda bajo unos pantalones de color claro, de tal manera que le diera un mejor aspecto a su silueta, por lo que decidió cortar la parte de las pantimedias que recubre el pie, para de esta manera poderlos usar sin problemas bajo los pantalones que vestiría, obteniendo la apariencia y comodidad que quería, de esta anécdota nació una idea multimillonaria: Spanx.

Insistir y no desistir

Luego de una inversión de 5000 dólares en investigación y desarrollo de su producto, además de redactar ella misma su patente evitando incurrir en grandes gastos legales, Sara decide visitar Carolina del Norte, donde se encontraban la mayoría de fabricantes de medias en Estados Unidos, con el fin de vender su idea, pero no fue bien recibida ya que no le veían potencial y estas empresas tenían como tradición trabajar con grandes organizaciones. Pero luego de un par de semanas, Blake fue llamada por el representante de una de las compañías, quien, convencido por sus hijas, decidió apostar por la idea de Sara.

El fracaso te saca de la zona de confort

Desde niña, el padre de Sara Blakely le enseñó la importancia del fracaso, preguntándole a diario al volver del colegio, si había fracasado, al decirle que no, él mostraba cierta decepción, ya que su filosofía se basaba en que la ausencia total de fracasos significaba que no se estaba esforzando al máximo, por lo que fracasar significaba que estaba alejándose de su zona de confort, animándose a experimentar algo nuevo y que no se estaba negando a intentarlo. La libertad de fracasar fue lo que hizo que Blake probara el stand up comedy y que se mantuviera en el mundo de las ventas (a pesar de los rechazos), estas actividades le enseñaron a enfrentar el rechazo.

Crecimiento de Spanx

Sara BLakely logró la comercialización de su producto en las cadenas más importantes de su país, le envió una canasta de sus productos a Oprah Winfrey para darse a conocer y lo logró cuando la presentadora a finales del 2000 nombró a Spanx como uno de sus productos favoritos, incrementando su popularidad y ventas. Ya para su segundo año, Spanx facturaba 10 millones de dólares y ya para el 2012, Blakely apareció en la portada de Forbes, siendo reconocida como la multimillonaria más joven del mundo. Los rechazos y no tenerle miedo al fracaso, hicieron que Blakely creara un imperio basado en una idea que para muchos, pudo haber sido considerada banal, sin pensar en el impacto que crearía y el alcance que tendría esta marca y empresa.

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Imagen de StartupStockPhotos vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.


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